Después de unos años instalados en la casa, los dueños ya no se sentían plenamente a gusto, pensaron venderla,
pero finalmente cuando la redescubrieron después de las obras, volvieron a tener la corazonada que tuvieron cuando la compraron y se la quedaron.
Con un presupuesto apretado para mejorar la cocina y el exterior, y decorar el resto de la casa, nos centramos en los puntos débiles y lo que ya les "molestaba" de su propia casa.
Todo que pudimos hacer nosotros lo hicimos, y el resto lo encargamos a proveedores de confianza.
En la cocina, pintamos techo, vigas, armarios, azulejos, plan de trabajo, y cambiamos la campana y la lámpara.
En el salón, solo invertimos en decoración y cambiamos la ubicación de los muebles.
Las 2 fotos son después del Home Staging:
En la primera foto se ve el sofá como lo tenían antes, dando la espalda a los ventanales, mirando hacia la cocina.
En la segunda foto, el sofá está en un lugar ideal, frente a la chimenea, con la luz natural sin que moleste,
con un paso cómodo para acceder a la cocina abierta (a la izquierda) y con la TV en la esquina.
En el baño, hicimos pequeñas reparaciones y pusimos decoración.
Las 2 fotos son después del Home Staging: observa lo importante que es la luz para conseguir una buena foto.
Pintamos y decoramos los 3 dormitorios y no tocamos ni el comedor ni los cuartos de despensa y lavado.
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En el exterior, vinieron a pintar la fachada y a cambiar las canaletas. Pintamos las persianas que eran de color madera.
Antes se accedía a la casa por una rampa con escalones bajos con el posible riesgo de caída que suponía, y los azulejos de la terraza se levantaban.
Pusieron un revestimiento de cemento efecto madera. Cambiaron también la puerta de entrada que era de madera vieja por una de aluminio.